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Gyotaku se deriva del japonés, de las palabras Gyo (pescado) y Taku (impresión, frotar). En él se describe la impresión de un pez en papel de arroz o seda. Pescadores japoneses desarrollaron esta técnica hace unos 300 años, para documentar sus capturas récord. El pescado fué coloreado con tinta de calamar y cubierto con papel de arroz. Al frotar desde arriba, una impresión fué tomada, que mostró las dimensiones exactas y las formas de los peces.

Olaf Altmann crea sus imágenes Gyotaku con pinturas acrílicas de alta calidad en seda. Que garantiza la solidez del color y durabilidad. Antes de ser coloreado, el pescado es especialmente fileteado y puede ser consumido casi por completo. Debido a su Gyotaku, Altmann necesita solamente las aletas y la piel de los peces medio uno que se utiliza como un bloque de impresión. Coloca el pescado en una placa, pintándolo detalladamente y se cubre con un paño de seda. Entonces siente el pescado a través de la tela, creando así su imagen real y de tamaño natural. Según la tradición japonesa, Altmann se ha fijado el objetivo de no retocar la imagen después del proceso de impresión. Su técnica especial, permite a los peces tener un aspecto natural, sin necesidad de posterior edición y corrección. Por ejemplo, para dejar que los ojos se vean realistas y vivos, pinta la pupila, iris y la reflexión de la luz directamente sobre el ojo de pez, antes de colocar el paño y frotar. Cuando todos los datos de el pez se transfieren a la seda, se levante ésta con cuidado. Finalmente, la imagen Gyotaku se estira sobre un bastidor y se afirma. Esta pieza única de arte, nos muestra la fascinante belleza de nuestro mundo submarino.